Escribir tiene mucho que ver con aprender a estar presente. Natalie Goldberg dice que los escritores viven dos veces: primero la situación real —ir al mercado, cruzar la calle, dar un beso, comer, pelearse— y luego el registro escrito de esa situación. Escribir es volver a vivir un momento, es estar otra vez ahí, y para eso no hace falta tener buena memoria sino saber prestarle atención a la realidad. No es fácil ser consciente de cada momento —de esto se trata el mindfulness—, la vida cotidiana suele ponernos en piloto automático y hace que no registremos esos detalles que son, justamente, demasiado cotidianos. Pero la atención es algo que se entrena y la escritura es una herramienta excelente para esa gimnasia.

Ahora, desde donde estás sentado, tomate unos minutos para mirar a tu alrededor y escribí al menos diez cosas que no habías notado: el sonido de un camión pasando por la ventana, el vidrio temblando por el paso de ese camión, la cartera de la señora que está en la mesa de al lado, bocinas a intervalos irregulares, el ruido del mouse de tu compañero de mesa, la temperatura del piso o de las paredes, la textura de la silla, esa canilla que sigue goteando, la sombra que hace la lámpara contra el papel, la chica que está parada contra la baranda, un pensamiento que no podés sacarte de la cabeza. Hacé una lista o un texto con todo lo que te llame la atención, tratá de dejar por escrito este momento como si lo estuvieras guardando en una cajita. Describilo pensando que se lo estás contando a alguien que no está con vos. Releelo en unos meses.

Este disparador pertenece al libro “Cómo ser un explorador del mundo” de Keri Smith y forma parte del proyecto mensual “30 días de escribirme”. Cada día durante 30 días compartiré una consigna o disparador corto para que escribas un texto en tu cuaderno o blog. La idea es que lo uses para entrar en calor la mano y generes el hábito de escribir todos los días. No es necesario empezar con grandes temas ni escribir durante horas. Estos ejercicios están pensados para hacerse entre 15 y 30 minutos, pero cada cual puede usar el tiempo que quiera. Podés ir viendo los disparadores de este proyecto acá. Si querés compartir tu texto en alguna red social, podés usar el hashtag #30díasdeescribirme.