Para escribir este post quisiera estar en casa, donde tengo mis cosas de papelería. O quisiera volver a mi infancia y preadolescencia y sacarle fotos a todas las cartucheras que tuve. La loca de los cuadernos, de las cartucheras y de las mochilas. Pobre mi mamá, ahora pienso en la plata que habrá gastado comprándome esas tres cosas.

Cartucheras recuerdo que tuve de varios tipos:

– las de lata: solían venir con dibujos de Garfield, Silvestre y Piolín, Snoopy. Había de diferentes tamaños, algunas rectangulares y otras como con panza. Casi todas tenían un piso removible que las convertía en espacios de dos pisos. Yo solía escribirles en el interior con liquid paper, y cuando me cansaba de la frase la borraba con la uña y escribía otra.

– las de dos o tres pisos: estas eran la gloria, aunque bastante aparatosas. Parecían cajas. Solían ser con motivos de flores o cuadriculados, y por encima de la tela tenían un plástico que las protegía. Tenían dos o tres pisos y se abrían como libros. Cada piso tenía su propio cierre, y algunas incluso tenían dos sobres en el exterior —en las tapas— que se cerraban con velcro y servían para guardar cositas.

– las de tela: en general eran tubulares y venían de todos los materiales. Creo que tuve de algodón y de corderoy. La que tengo ahora es de estas y la compré en una de mis dos papelerías preferidas de Biarritz. Me encantó por lo kitsch y colorida.

No suelo llevar demasiadas cosas en la cartuchera. Cuando viajo salgo de Buenos Aires sin cartuchera, ando con las biromes sueltas en la mochila durante algunos meses y al final siempre me termino comprando una.

Lo bueno de escribir es que no necesitás herramientas caras ni variadas, lo principal es el cuaderno (o papel suelto) y la birome (o cualquier cosa que escriba). Después están los extras, como los resaltadores, los lápices, la regla, pero eso ya es opcional. Lo único que me gustaba de empezar el colegio era ir a comprar los útiles escolares: le pedía a mi mamá que me llevara a una de esas megapapelerías y disfrutaba eligiendo cada cosa. Ahora me pasa lo mismo cuando entro a cualquier papelería (como esta, por ejemplo).

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En mi cartuchera actual tengo lo siguiente:

* una Bic en funcionamiento (suelo comprar paquetes de a 5 y las guardo aparte, no todas juntas porque sino desaparecen)

* un lápiz negro (en general lo uso para subrayar libros y no para dibujar ya que no sé por qué prefiero dibujar con birome)

* una goma de borrar + un sacapuntas

* una regla (tanto para hacer lineas rectas como para medir libros)

* 3 resaltadores (con esto no puedo contenerme, necesito al menos tres colores ya que cada uno cumple una función distinta) (*obse*)

* un pigment-liner de 0.5 (no sé cómo se llaman en castellano, pero son lapiceras con tinta húmeda, casi como marcadores pero bien finitos. Los suelo usar para dibujar)

* otras dos de ese estilo (0.5) pero con punta como de birome y con tinta húmeda (una naranja y una negra, las uso para escribir, son muy fluidas)

Extras que en la foto no se ven:

* tapas de biromes (siempre terminan apareciendo en mi cartuchera sin sus respectivas dueñas)

* un taco de post-it rosas

* una Stylus (una lapicera para escribir sobre pantallas de celulares o tabletas)

* una gomita de pelo (siempre caen ahí)

* un set de post-its banderitas (son rectángulos de colores que se usan de señaladores)

* cinta scotch o washi tapes o barra adhesiva (cualquier cosa que sirva para pegar)

* ahora tengo una tijera, pero es de la casa y no la llevo nunca encima porque es enorme

* qué me falta: una de esas mini abrochadoras para poder abrochar papeles en mis cuadernos

* y ya que estamos (aunque esto no dentro de la cartuchera), en el escritorio tengo una resma de hojas A4 para hacer borradores de todo tipo.

Estas son mis herramientas.

¿Y ustedes? Cuenten qué tipo de cartuchera usaban en su infancia, cuál tienen ahora y qué no puede faltar adentro. Y si quieren subir fotos, mejor aún.