La escritura cronometrada
(¿Alguien quiere hacer maratones de escritura?)
Escribir con un cronómetro al lado
Natalie Goldberg dice que la unidad básica de las prácticas o sesiones de escritura es el timed exercise o ejercicio cronometrado. Así que antes de sentarse a escribir agarren cualquier reloj con contador o alarma y sigan estos consejos de la autora de “Writing down the bones” (el libro-biblia de escribir.me): “Podés tomarte el tiempo por diez minutos, veinte minutos o una hora. Depende de vos. Al principio podés empezar con menos tiempo y después de una semana aumentarlo, o podés empezar con una hora la primera vez. No importa. Lo que importa es que durante el tiempo que elijas para la sesión, te comprometas con ella y que durante ese tiempo:
Los proyectos nuevos paralizan
“It is true that when we begin anything new, resistances fly in our face.” (Es cierto que cuando empezamos algo nuevo, la resistencia nos pega en la cara).
– Natalie Goldberg, Writing down the bones
Cuando leí esa frase pensé: “No puedo creer que a ella también le pasa”. Tengo un montón de proyectos en la cabeza y me encanta empezar cosas nuevas, pero cuanto más grande es la idea —por ejemplo, un libro— más me cuesta empezar. No es que no quiera, tengo toda la emoción, pienso ideas, tomo apuntes, hago mapas mentales y cuando tengo que sentarme a la compu y empezar no puedo.
Después encontré la ilustración que ven arriba en Syllabus, otro libro genial de Lynda Barry, y pensé gracias por existir, Lynda Barry. Soy experta en girar esa rueda de la no-fortuna. Lo bueno, y esto es cierto, es que la parálisis pasa. Llega un día en el que te sentás como si nada y empezás —y nuestro cerebro es tan caradura de preguntarse ¿por qué no hice esto antes?—. Así somos.
Experiencias como compost
“Lleva un tiempo que nuestras experiencias pasen por nuestra conciencia. Nuestros cuerpos son como tachos de basura: coleccionamos experiencias y de la descomposición de las cáscaras de huevo, las hojas de espinaca, las semillas de café y los huesos de nuestra mente aparecen el nitrógeno, el calor y una tierra muy fértil. De esta tierra fértil crecen nuestros poemas e historias. Pero esto no pasa enseguida. Lleva tiempo”.
– Natalie Goldberg, en Writing down the bones
15 consignas de escritura de Natalie Goldberg
Hoy estuve leyendo “The true secret of writing: connecting life with language”, otro libro de Natalie Goldberg, algo así como la secuela de “Writing down the bones”. Digo “algo así” porque no lo sentí como una continuación directa del primero, sino un libro enfocado en el Zen y las prácticas de meditación más que en la escritura en sí. Pero tiene propuestas interesantes y me tuvo escribiendo toda la tarde. Acá recopilé algunas de las consignas de escritura del libro. Hagan las que más les llamen la atención. En estos momentos me gustaría tener un espacio físico donde reunirnos y escribir en grupo.
Algunas ideas para empezar a escribir (algunas son para hacer con un tiempo determinado)
Sos un explorador y esta es tu misión
Sos un explorador.
Tu misión es documentar y observar el mundo que te rodea como si nunca lo hubieses visto.
Tomá notas. Coleccioná cosas que encuentres en tus viajes.
Documentá tus hallazgos.
Notá los patrones. Copiá. Calcá.
Concentrate en una cosa a la vez.
– del libro “Cómo ser un explorador del mundo” de Keri Smith
Las páginas matutinas
En su libro “El camino del artista”, Julia Cameron dice que hay dos herramientas fundamentales para nuestra recuperación creativa: las morning pages (páginas matutinas) y los artist dates (citas de artista). Un despertar creativo, dice, requiere un uso consistente de ambas disciplinas. Pero, ¿qué son las páginas matutinas? (De las citas de artista hablaré en otro post.)
“Dicho de manera simple, las páginas matutinas son tres páginas de fluir de conciencia escritas a mano”, dice Cameron. Su propuesta es que lo primero que hagamos al levantarnos cada mañana sea agarrar un cuaderno y llenar tres hojas con lo que se nos venga a la cabeza. “No hay una manera incorrecta de hacer las páginas matutinas. Este fluir de conciencia no tiene por qué ser arte. Tampoco tiene que ser escritura. La escritura es solo un medio. El objetivo de estas páginas es mover la mano y escribir lo que salga. Nada es demasiado estúpido, raro o insignificante como para no ser incluido”. Nadie debe leer tus páginas matutinas excepto vos. Y vos tampoco deberías leerlas enseguida. Escribilas durante ocho semanas y releelas después.
Cómo hacer un registro de tus días:
el logbook o journal
Esta semana estuve poco activa en este blog. Al final —pensaba ayer mientras nadaba— esto de tener dos personas conviviendo adentro (la viajera / la escritora) me complica un poco las cosas. Cuando una está motivada, la otra medio que se asusta. Cuando una sube cosas a su blog —porque ahora cada cual tiene su blog— la otra se traba un poco. Y estos días me pasó eso, estuve tan concentrada en generar contenido para Viajando por ahí que dejé a este de lado. Lo que no quiere decir que no haya estado escribiendo.
“Escribí el libro que querés leer”, Austin Kleon
“My consejo para todos los escritores es el mismo:
escribí el libro que querés leer”
– Austin Kleon, “Steal like an artist”
Tengo este consejo escrito en un post-it y pegado en el vidrio de mi escritorio —junto con Write shitty first drafts y otros que ya iré compartiendo—. También lo escribí en la primera página de uno de mis cuadernos, así que lo veo cada vez que me siento a escribir en la compu o a mano. A veces no nos animamos a escribir algo —un libro, un post, un texto— porque pensamos que a nadie le va a interesar o porque creemos que tendríamos que ser expertos en el tema. Las excusas para no escribir son miles y todos conocemos las propias: si las escucháramos, nunca escribiríamos nada. Por eso, este me parece un gran consejo: escribí lo que te interese a vos, lo que te mueva, lo que te hubiese gustado ver en un libro. Lo más probable es que sea un tema universal y que muchos podamos conectar con tus palabras.
100 ideas para usar con un diario
(por Keri Smith)
Keri Smith da cien propuestas para hacer usando un diario (journal). Algunas son:
- dibujar un mapa de todos los lugares que estuviste en un día
- hacer una lista de los olores de tu barrio
- escribirte una carta a vos mismo en el futuro
- buscá una foto de alguien que no conozcas y escribí su biografía
- escribí las instrucciones para una tarea de todos los días
- escribí acerca de tu relación con tu lavarropas
Les recomiendo imprimir la lista, recortar los cuadraditos y ponerlos en una bolsita para ir sacando ideas al azar. (La bolsita de la foto me la encontré en la calle, hay gente que deja tesoros tirados!). Pueden descargar las 100 ideas en la web de Keri Smith (el enlace está al final del post). Disfruten y compartan!
El primer paso para estar más atento
“Empezá a notar qué es lo que notás”, dice Lynda Barry en su libro What it is.
Y a mí me parece que ese es el primer paso para empezar a mirar mejor: ser consciente de qué cosas te suelen llamar la atención.
“Cómo ser un explorador del mundo”, por Keri Smith
“At any given moment, no matter where you are, there are hundreds of things around you that are interesting and worth documenting” (En cualquier momento, no importa dónde estés, hay cientos de cosas alrededor tuyo que son interesantes y que vale la pena documentar)
Este libro es un manifiesto en sí mismo.
Todo es interesante. Mirá más de cerca. Observá todo lo que pasa alrededor tuyo. Buscá patrones, hacé conexiones. Documentá tus hallazgos, dice Keri Smith, la autora, en la introducción.
Observá. Coleccioná. Analizá. Compará.
Ideas: qué escribir cuando no sabés qué escribir
En su libro Writing down the bones, Natalie Goldberg habla acerca de la práctica de escritura o “writing practice”: es una manera de escribir que tiene que ver con capturar el momento presente y no con escribir novelas ni pensar en estructuras formales. Es una manera de fortalecer el músculo de la escritura sin pensar demasiado, una entrada en calor, una práctica continua. Y da algunas ideas, para quienes no sepan por dónde empezar:
Write shitty first drafts
(Escribí borradores de mierda)
“Write shitty first drafts. All good writers write them. This is how they end up with good second drafts and terrific third drafts. (…) The first draft is the child’s draft, where you let it all pour out and then let it romp all over the place, knowing that no one is going to see it and that you can shape it later. (…) Almost all good writing begins with terrible first efforts. You need to start somewhere. Start by getting something —anything— down on paper.”
– Anne Lamott, “Bird by bird”